A quién le ha ocurrido… ¡Qué el bolígrafo deje de funcionar en el momento más inoportuno!
Si tienes algún bolígrafo que tiene tinta pero no pinta, es posible que se haya secado la tinta de la punta, haciendo un tapón ó se lleno de aire el interior del cartucho. Cuando esto sucede, la tinta seca puede inhibir la capacidad de que la pluma escriba.
Esto nos llegó a pasar a todos en la escuela y nos volvió a suceder en la oficina, probablemente hayas recurrido a trucos que ayudan a que la tinta seca se despegue de la punta y vuelva el flujo normal de tinta como lo son; hacer garabatos con energía y determinación sobre una hoja de papel que no te sirva, en la suela de tu zapato, en una goma o soplar el depósito hasta que vuelva a escribir.
Pero… ¿Qué hacer cuando ningúna de estas opciones funciona?
Puedes acercar la punta del bolígrafo a una fuente de calor o frotarla contra una lima, otra opción que existe es añadir unas gotas de vinagre blanco o alcohol en la punta del bolígrafo o rotulador.
También puedes abrir la parte de atrás de tu pluma y extraer el cartucho de la tinta. Con un pedazo de alambre introducir una gota de alcohol o quita esmalte en su interior, esto ayudará devolver la tinta seca a un estado líquido.
Por último, puedes introducir tus bolígrafos secos en una bolsa de plástico con cierre hermético y meterlo dentro de un recipiente con agua muy caliente. Déjalos durante un par de minutos, cuando la bolsa este lo suficientemente fría como para poder agarrarla, saca los bolígrafos y golpea con energía la punta del bolígrafo contra una hoja de papel.